Más allá de que los medios imputan la desaparición de la joven policía a su pareja y a otros efectivos corruptos, lo concreto es que la Policía Federal Argentina, ha demostrado una vez más, que resiste cualquier purga y que la corrupción está enquistada en la fuerza.
Verónica Edith Maidana tiene 29 años. Vivía en Rafael Calzada y prestaba servicios en la comisaría 1° de la Policía Federal Argentina, ubicada en la calle Lavalle entre San Martín y Reconquista, Micro Centro, una zona de las más preciadas en la policía por los "negocios" que genera. Era una agente ejemplar. Allí conoció a un hombre del que se enamoró y con el que convivió hasta que lo encontró traicionando a la fuerza de seguridad. Lo denunció. Desapareció.
Todo comenzó en el mes de noviembre, cuando esta oficial le prestó su teléfono celular a su colega y pareja Adrián Arias con quien vivía en el Microcentro porteño. Ella tenía dos equipos y al hombre se le había dañado el suyo. Cuando se lo devolvió, Maidana descubrió que con esa línea “liberaba zonas”. Arias dejaba de cumplir con su deber para que delincuentes comentan ilícitos con total tranquilidad de acuerdo a lo que denunciaron los padres de la desaparecida a distintos medios de prensa.
Tras descubrir el proceder irregular de su pareja, Verónica lo increpa pero el agente le dice convencido “yo lo arreglo”. Tiempo después ella utilizó como excusa que “no tenía dinero para pagar el alquiler” para interrumpir la convivencia. Al día siguiente de regresar a la vivienda paterna en Rafael Calzada, lo denunció en Asuntos Internos.
A Adrián Arias, lo apartaron de la Brigada de Investigaciones pero lo dejaron seguir trabajando en la Federal. Desde ese 29 de noviembre, la vida de Verónica se tornó un tormento. Amenazas de todo tipo le llegaron a su celular e incluso cartas con tintes mafiosos escritas con letras recortadas llenas de insultos y amedrentaciones.
Como si fuera poco, a la oficial la apartaron de su lugar de trabajo y la enviaron a la Comisaría 49 de Saavedra ubicada en un lugar muy alejado de su vivienda al que debia concurrir tomando al menos tres colectivos.
Este miércoles último, cuando se aprestaba a cumplir con su trabajo y mientras caminaba por la zona de Constitución le cruzaron un auto. Volvió a Calzada. Le contó a sus padres que iba a hacer la denuncia del hecho y esa fue la última vez que la vieron. Le dejó todos los mensajes con amenazas y el celular y se fue.
A las 13:00 hs. horas, llamó a su casa y con un tono de voz que su madre calificó como “extraño” le dijo “quedate tranquila, estoy bien, no pasa nada”. Nada más se supo de ella.
No es una novedad que la policía no protege a quienes denuncian hechos de corrupción, por el contrario quien así lo hace termina siendo estigmatizado en la institución hasta que o bien la persona se va por miedo, lo hechan inventando alguna falta, causa penal, denuncia de cualquier tipo o bien desaparecen o sufren extraños accidentes.
Es indudable que luego de la denuncia la joven debió haber sido protegida, pero por el contrario la enviaron a un nuevo destino, una comisaría (la 49) donde pasan muchas cosas extrañas a pesar de que no hace mucho fueron procesados varios policías por delitos varios, es decir, la enviaron a la boca del lobo.
Este medio, se pone a disposición de la familia, si Verónica se encuentra bien y optó por tomar distancia que se comunique con su familia y tenga un encuentro para despejar dudas, de no ser así, hay varios en la policía que deberían ser citados para dar explicaciones, no es muy difícil investigar un caso como este, si existe la voluntad para hacerlo, por lo que esperamos que esta vez, la Justicia no juegue a trabajar y tome el caso con la seriedad que corresponde, si no saben, que tengan la grandeza de convocar a gente honesta y que sepa trabajar con la presión de enfrentar a policías corruptos, una familia espera volver a ver a su hija, una joven con valores, de esos policías que la sociedad necesita, por lo que todos deberían pedir que aparezca y colaborar con su aparición, si alguien la vio, si alguien sabe algo que se comunique con nuestro medio, reservaremos la fuente.
Les solicitamos a nuestros más de 15.000 lectores diarios que difundan la imágen de Verónica, y esperamos que los políticos se oucpen del caso, que amerita una interpelación a la Ministro de Seguridad Nilda Garré, por tratarse de un hecho grave dentro de la institución y por ser un desaparecido en manos de miembros de una fuerza del Estado, le guste a quien le guste.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
Editor General diario El Sindical
Cel: 155-751-5784
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