martes, 3 de enero de 2012

La CGI del Banco Ciudad perdió el rumbo

Lamentablemente para los empleados del Banco Ciudad, la CGI (Comisión Gremial Interna) ha perdido el rumbo. Desde este medio hace ya unos años que realizamos un seguimiento de las distintas actividades realizadas en el banco por parte de sus directivos y representantes gremiales, entendiendo que es en esa relación de dos sectores de poder dentro de la institución, donde surgen las medidas que afectan para bien o para mal el futuro del resto de los empleados.

Por un lado los directivos elegidos por los políticos que conducen el Gobierno de la Ciudad, por el otro los compañeros elegidos por el resto para representarlos y equilibrar los abusos que suele traer aparejado el ejercicio del poder.

Es indudable que tanto los funcionarios que aceptan puestos públicos, como los que militan desde el sindicalismo “hacen política”. Y la política no es “mala” como se suele mencionar generalmente, existen sí, malas formas de hacer política.

Como en todos los órdenes de la vida, quienes se deban a otros o mejor dicho, quienes vivan de representar a otros, deberían por respeto a estos, capacitarse, y en ese trabajo de representación demostrar estar a la altura de las circunstancias.

Así, no es de extrañar que desde la conducción del banco traten de achicar los beneficios de los empleados, minimizar dentro de la legalidad los derechos laborales y personales y ante el menor descuido avanzar sobre los empleados ya sea modificando el Estatuto del banco, modificando los requisitos para acceder a préstamos sociales, modificar el sistema de ascensos privilegiando los criterios arbitrarios y fomentar un ambiente de alcahuetes y traidores, con la premisa del refrán “divide y reinarás.”

Lo correcto de cualquier comisión gremial, debiera ser el enfrentar esos avances, defender a los compañeros en sus derechos más básicos, como ser aquellos que tienen que ver con la protección integral de los derechos laborales que se interrelacionan con los derechos humanos. Reclamar mejoras salariales, mejoras genéricas, es algo que podríamos decir es de manual, y sencillamente es casi una puesta en escena, ya que las actas firmadas en el Ministerio de Trabajo de este tipo suelen ser rubricadas por los sindicatos. Las comisiones gremiales internas tienen un trabajo muy importante, muchas veces olvidado por sus miembros y es que deben ser ellos los primeros en detectar los casos de abusos contra sus compañeros, deben ser los primeros en denunciar las medidas arbitrarias y el maltrato laboral, pero curiosamente, suelen ser los primeros en desconocer los casos, y una vez conocidos los que menos hacen al respecto, a veces por falta de conocimiento, otras por ambiciones personales que los llevan a priorizar sus metas en la política.

Un delegado ambicioso, un delegado sin formación o un delegado idealista subjetivo, poco tienen para ofrecer a sus representados.

La actual comisión gremial interna, ha ido en estos años aumentando su militancia política en la CTA, incorporando a sus banderas su pertenencia política y hasta ha ido más allá al crear un proyecto de sindicato “paralelo” o alternativo de empleados bancarios en oposición a la Asociación Bancaria. Esto no sería malo si al realizarlo esos miembros tuvieran algo distinto para ofrecer, si ante la falta de respuestas y en defensa de sus compañeros buscarán una alternativa para representar mejor a sus compañeros, pero nada de esto tiene realmente un sentido práctico o viable, sino que solo satisface ambiciones personales y descuida los derechos de los empleados representados.

Con mentiras, pequeños actos, publicaciones confusas y un discurso ambiguo, es poco serio lo que hay para proponer, los cambios no siempre se pueden realizar desde afuera, y esto se sabe porque les guste o no, la Ley de Asociaciones Sindicales, establece ciertos parámetros que son los que determinan la forma en que debe llevarse la actividad sindical. La inconstitucionalidad que se viene discutiendo desde la política, respecto a las formas de representación gremial es un tema que se tiene que resolver en otro ámbito.

Los empleados del Banco Ciudad vienen padeciendo los avances de una gestión gerencial que ha ganado las pulseadas a las que se enfrentó con los representantes gremiales, primero la CGI de Miguel Maggio y sus laderos, ahora la de José Luis Peralta o “Pepe”. Muy distintas en los argumentos ideológicos y los discursos públicos, pero muy similares en lo que a ineficacia y “entrega” de los compañeros hace.

Ambos siempre buscan algo para mostrar como logros obtenidos, pero a la hora de la verdad, los mejores logros son los que obtienen para sí mismos y sus “amigos”, el resto, dolorosamente “que siga participando”.

Este año que comienza, este medio va a profundizar la defensa de los derechos humanos, la defensa de los derechos de los trabajadores y puntualmente, la defensa de los derechos de las mujeres que son víctimas de maltrato laboral en todas sus formas. Hace más de seis meses entrevistamos a distintas ONG y profesionales en la materia en el programa radial conscientes de que esta problemática afecta laboralmente y en la salud a muchas compañeras, especialmente en ámbitos laborales como el banco y los organismos públicos. Hemos recibido varias denuncias de mujeres víctimas de maltrato y se las hemos transmitido sin que a la fecha esta comisión gremial haya hecho algo por esos casos, salvo uno en el que hemos insistido y que vamos a tomar como insignia por su complejidad y consecuencias graves, de los demás ni mención han hecho.

No solo, no están capacitados para detectar los casos de violencia de género, sino que un delegado general de ustedes titular, tiene actitudes de violencia de género repetidas veces sin que alguien le reproche la actitud.

El recibir una denuncia, escribir tres párrafos, en un escrito con varios pedidos, y luego no realizar un seguimiento, ni ocuparse de su resolución, es sinceramente “cagarse” en los compañeros que los votaron para representarlos. Priorizar la política externa, movilizarse para acompañar reclamos de trabajadores de otros bancos y no mover un dedo por un compañero del mismo banco, es CAGARSE en los propios compañeros, estar en movilizaciones de trabajadores de otros sectores y que no haya nadie en la oficina gremial que pueda atender las inquietudes de un compañero, es CAGARSE en los que tienen el derecho de ser debidamente asesorados.

Estimado Pepe, la política es buena cuando se ejerce con responsabilidad, un delegado debe priorizar la defensa y protección de sus representados, de sus compañeros, un delegado tiene la obligación de cumplir su cargo con responsabilidad, debe dejar de lado las diferencias con otros representantes gremiales y aunar esfuerzos para demostrar que no todo se puede negociar.

Mientras sigan en esta posición cómoda, desinteresada de representar a los compañeros y solo muestren preocupación en obtener días de licencia para que integrantes de la comisión gremial realicen actividades que nada tienen que ver con el banco o la actividad sindical, mientras solo muestren interés en sus propios sumarios, o en el otorgamiento de créditos para ustedes, mientras sigan priorizando la militancia política externa y no atiendan a los propios compañeros del banco, seguiré desde este medio comprometido con mejorar la actividad sindical, señalándoles los actos reprochables.

Es un gran error el camino que han elegido porque mucha gente confiaba en ustedes, tal vez a algunos esto no les importe, pero muchos en el banco esperaban no grandes cambios, pero sí, una representación más comprometida, más allá de lo gracioso, una correcta militancia no es salir a decir cualquier cosa con un megáfono, sino dar solución a casos puntuales. Mantener discusiones ideológicas, por el medio que sea, con la conducción del banco o del Gobierno de la Ciudad, no es más que satisfacer egos personales, tal como un onanista solo se brinda placer a sí mismo, por más que piense que satisface a alguien más.

Este primer artículo es una invitación a reflexionar sobre la actitud que tienen para con sus compañeros. Como siempre estaremos acompañando los reclamos reales, pero también estaremos aportando nuestra crítica constructiva.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

www.elsindical.com.ar

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